jueves, 2 de junio de 2016

"Maldito Karma", de David Safier




El último libro que hemos comentado durante este curso ha sido "Maldito Karma", de David Safier. Una divertida lectura que nos hace reflexionar sobre la vida y las consecuencias de nuestros actos.

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Una desternillante novela sobre el secreto de la felicidad que ya ha hecho reír a un millón de lectores en Alemania. La presentadora de televisión Kim Lange está en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa. En el más allá, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas… ¡es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel. Además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escalera de la reencarnación y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos. (Qué libro leo).


A todos nos ha gustado bastante, tiene buenas dosis de humor y se lee con facilidad. Sin duda, una lectura que nos ha dejado sensaciones agradables para  finalizar el año.

domingo, 15 de mayo de 2016

"Otras nubes, otras lluvias", de Gabriel Quindós

El pasado jueves, 25 de mayo, Gabriel Quindós nos acompañó para comentar Otras nubes, otras lluvias, el primer libro de este autor leonés en el que el ensayo, la crónica, la literatura de viajes y sus experiencias nos acercan a Vietnam, a sus gentes y a su cultura.



El libro lo conforman nueve relatos de ficción. Tres se ciñen a una ciudad, tres a una región, uno al viaje en el Expreso de la Reunificación, otro a lo que allí se conoce como “la guerra americana” y, por último, hay uno que abarca un recorrido de norte a sur por el país.

Su objetivo no es elaborar una crónica del viaje realizado al Sudeste Asiático en otoño de 2008, sino a través de la fabulación, hacer una evocación  sentimental de aquello que dejó poso en su memoria.




Fue una tarde muy agradable en la que pudimos compartir una vez más el placer por la lectura. Agradecemos a Gabriel que estuviera con nosotros para ayudarnos a comprender su forma de fabular tan exquisita y para hacernos viajar con nuestra imaginación a Vietnam, de la mano de unos personajes entrañables. Gracias también por compartir con tanta sinceridad y entusiasmo tus vivencias y bagaje cultural.

Nuestro compañero Alfredo elaboró un magnífico resumen del recorrido de Gabriel por el país asiático.


CHÀO GABRIEL
Al principio del relato, das prioridad a las alegrías o los padecimientos de las personas sobre cualquier otro asunto, resaltas cómo la elección de Obama solapó unas inundaciones que por habituales, parece que hicieran menos dolorosa la pérdida de seres o bienes queridos. Ni siquiera les quedó la mínima satisfacción de ver ganar a McCain y poder decir que tuvieron “hospedado” al hombre más poderoso del mundo en su Hanoi Hilton.

Reconoces que el tiempo obliga a miradas epidérmicas que te resignan al extravío. Observas que el Vietnam actual, oscila entre los viejos comercios que no acaban de morir y los nuevos que no acaban de acomodarse. Como esas chicas con pértiga, que desentonan con la economía emergente que hace tiempo se desentendió de ellas.

Valoras más lo raro que lo estético de los lugares que aparentemente uno no se debe perder. No malgastas alabanzas mil veces repetidas, y te invaden pensamientos sartrianos al mezclarte con la multitud, poco antes de ser redimido por el timonel del sampán. Sospechas que en la bahía, un perro puede ser guardián o proteína según se presenten los días.

Señalas cómo trescientos mil muertos por los maremotos se despachan en breves reseñas frente a la abrumadora información sobre otros muy inferiores, pero de más prestigio, y la entereza con que soportamos los desastres que no padecemos.

Nos informas de la absurda pretensión del buró político, por acabar con el consuelo de las nobles enseñanzas de Buda, Confucio, Tao o Jesucristo.

Recuerdas el error de crearte expectativas sobre los lugares visitados, como si tuvieran la obligación de satisfacer nuestra hambre de historias.

Comprobaste que en la ciudadela de Hué, nada queda por robar. Gran expolio que queda reducido a travesura comparado con lo que hizo el emperador con sus súbditos para costear y dar sentido a la expresión, lujo asiático. El foso y la muralla garantizaban que los de dentro y los de fuera, nunca cruzasen la mirada.

Nos cuentas que el gobierno actual, aprendida la lección de su reciente historia, mantiene un sutil equilibrio entre la imagen al exterior y no consentir discrepancias interiores.
Te sorprende que Hoi An sea la postal que todos tenemos en mente, siendo la menos vietnamita de las poblaciones que visitaste.

Desde el tren disfrutaste de todos los matices del verde, nos avisas que no confundamos la meta con el viaje, ni consideremos como una victoria el haberle regateado unos céntimos a las mujeres de la pértiga.

Conmueve saber la historia de los “conlai”, niños mestizos, hijos de soldados yanquis que se embadurnan con betún para camuflar su blancura, repudiados y regalados en los pasillos de un tren. O cómo los mutilados se lamentan por ser víctimas de bombas de la guerra que siguen activas, o están agradecidos por no ser uno de los cinco mil que han muerto por lo mismo.

En el delta del Mekong hiciste el benigno propósito de renunciar a todo propósito, mientras hasta los árboles parecen hacer reverencia a lo sagrado.

El lema: “Vietnam es un país, no una guerra”, pretende separar esas palabras siamesas. Comparas el conflicto con esa esfera borgiana en la que convergen todos los puntos de análisis. No ayuda el cine, regodeándose en aldeas arrasadas, pero temeroso de provocar bostezos con el porvenir de los bombardeados.

En Saigón notas la mayor pujanza del sur, la imposición de símbolos comunistas nunca elegidos y la prohibición de subir chicas al hotel que poco después, los mismos te ofrecen. Vertedero de occidentales que incapaces de seducir a nadie, sonríen ante el rictus helado de las jovencísimas chicas empujadas por la miseria.

CÁM ÒN

                                              

domingo, 3 de abril de 2016

Comentamos "Hamlet", de William Shakespeare


El mundo es un caos sin sentido en el que los hombres intentan ser felices. Pero el tiempo lo destruye todo a su paso, y la muerte, presente en la vida, se percibe como algo incierto. Tampoco ayudan los celos, la locura, la infidelidad, la traición, el materialismo, la corrupción…, que nos conduce hacia una concepción desengañada de la existencia. 
Estamos hablando del argumento de una obra que bien pudiera situarse tanto en el siglo XVII como en el XXI. Aquí radica el valor y la universalidad de Hamlet.

Hamlet, príncipe de Dinamarca (compuesta hacia 1601) se basa en una leyenda nórdica transmitida por viejas crónicas y sagas. "Es la pieza más larga de Shakespeare y una de las tragedias más potentes e influyentes de la literatura inglesa. Transcurre en Dinamarca, y trata de los acontecimientos posteriores al asesinato del Rey Hamlet (padre del príncipe Hamlet), a manos de Claudio (hermano del rey). El fantasma del rey pide a su hijo que se vengue de su asesino. Biblioteca Julia Uceda."

 Leer a Hamlet es reflexionar sobre la realidad de aquella época y la nuestra. Es una obra de contradicciones, de amor y odio, de cordura y locura, de lealtad y deslealtad, de fidelidad y traición… en definitiva, SER O NO SER. Su tema principal es la venganza y la duda sobre ella. Todo pierde sentido para Hamlet, incluso el amor por Ofelia, hacia la que se dirige de forma obscena y despreciable. Esta, enloquecida, se consume y muere trágicamente en un escenario que ha inmortalizado el arte y la literatura.

    “Ofelia” de John Everett Millais (1852)



“…Llegada que fue, se quitó la guirnalda, y queriendo subir a suspenderla de los pendientes ramos; se troncha un vástago envidioso, y caen al torrente fatal, ella y todos sus adornos rústicos. Las ropas huecas y extendidas la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, y en tanto iba cantando pedazos de tonadas antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible que así durase por mucho espacio. Las vestiduras, pesadas ya con el agua que absorbían la arrebataron a la infeliz; interrumpiendo su canto dulcísimo, la muerte, llena de angustias”. William Shakespeare



I
En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lilio,
flota tan lentamente, recostada en sus velos...
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.

Hace ya miles de años que la pálida Ofelia
pasa, fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.

El viento, cual corola, sus senos acaricia
y despliega, acunado, su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.

Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientra ella despierta, en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor...
y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.
                                                       Rimbaud


La originalidad de la obra radica en lo que sienten y piensan los protagonistas, que podrían viajar hasta nuestro tiempo, con otro lenguaje y otra ropa, y seguirían siendo actuales. ¡Qué grandes personajes! Hamlet, indeciso y reflexivo, se cuestiona absolutamente todo y finge locura, en principio para facilitar sus planes de venganza, aunque este desatino significa mucho más, pues en un mundo caótico no tiene cabida la cordura. Claudio, que ambiciona el poder, lo que le lleva al fratricidio. La reina Gertrudis, infiel, superficial, insulsa y frívola. Ofelia, personaje puro que enloquece y muere desencadenando una catástrofe. Polonio y los sepultureros, ridículos y grotescos. Laertes, hijo y hermano fiel, cegado por la sed de venganza.

En el club ha habido opiniones diferentes sobre esta obra. A algunos les ha gustado bastante, a otros, no tanto, lo que sí es cierto es que ha suscitado bastante polémica. Gracias por compartir una tarde más el placer de la lectura.




domingo, 28 de febrero de 2016

Comentamos "El bolso de Mary Poppins", de Julia Conejo






Este ha sido el primer libro de poesía que hemos leído y me atrevería a decir que también ha sido una de las tertulias más amenas, enriquecedoras y entrañables de los cuatro años que llevamos compartiendo lecturas. Por supuesto, esto no habría sido posible sin la presencia de Julia, autora del libro, que leyó y comentó con nosotros sus poemas.

Julia Conejo Alonso reside desde siempre en León y es profesora de Lengua Castellana y Literatura en un Instituto de Secundaria de la ciudad. Lleva escribiendo mucho tiempo pero su carrera literaria como poeta comienza en el año 2010. En 2011 obtiene el Premio Joaquín Benito de Lucas que convoca el ayuntamiento de Talavera de la Reina con su poemario Muñecas Recortables, y en el 2012 consigue de nuevo un prestigioso premio, el Alfonso el Magnánimo de Valencia, por Peces transparentes. ¿Para qué sirve el frío? es publicado al año siguiente sin haber obtenido ningún premio, lo que indica que su carrera como poeta se consolida. El bolso de Mary Poppins es su último libro de poemas, con el que ha sido galardonada con el XXXII Premio Carmen Conde de Poesía escrita por mujeres.

Con voz pausada y lenta, acariciando sus palabras, Julia comienza leyéndonos el primer poema del libro:

MUJERES DESCALZAS

Me asustaban las filas
de mujeres descalzas
con abrigos de paño
y una vela encendida entre las manos.

No entendía por qué,
pero cuando pasaban por delante
me encerraba la cara
en algún recoveco del cuerpo de mi madre.
Sentía que la boca
se llenaba de barro
y que las cucarachas abrían galerías
partiendo de las plantas de mis pies.

No era un temor infantil
que se acallase
con palabras amables
ni con chicles de fresa. 

La semana pasada,
cuando llegó la hora de la cena en el geriátrico
y yo me despedía de un pariente lejano,
el pasillo se llenó de mujeres calzadas,
que no llevaban velas,
y formaban una hilera
de sueños desahuciados.

Y si hubiera tenido
a mi lado a mi madre,
me hubiera refugiado
al fondo de su abrigo. 

Porque hay temores
que siempre van descalzos
delante de nosotros,
aunque pasen los años.


Yo recuerdo, al igual que Julia, las filas de mujeres descalzas, con velas en las manos... el silencio sepulcral de las procesiones... A mí me asustaban más los hombres tapados, los que iban de negro, especialmente, y rehuían tu mano cuando se la tendías. También muchos de nosotros nos acurrucábamos bajo el abrigo de nuestros padres igual que ahora lo hacen nuestros hijos. ¡Inocente miedo! Quién pudiera volver a sentirte. Y cuando la vida pasa y se convierte en filas de mujeres calzadas, ¿dónde se refugian ellas?, ¿dónde nos refugiaremos nosotros?

Como indica el título, El bolso de Mary Poppins es un libro lleno de sorpresas, breves retazos de historias, propias y ajenas, que esperan a ser leídas para cobrar una nueva vida en cada uno de nosotros. Del bolso sale un variado abanico de personajes femeninos, reales, imaginarios o legendarios que nos transportan al mundo del cine, de la literatura o de la vecina de al lado.

Una lectura muy recomendable, de esos libros que regalaríamos sin pensarlo.

Nuestro compañero Alfredo elaboró una hermosa poesía que recoge un verso de cada uno de los veintinueve poemas del libro de Julia:




 GRACIAS Julia.

jueves, 28 de enero de 2016

Comentamos "Cumbres borrascosas", Emily Brontë




La épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Aunque para muchos esta obra es una de las novelas románticas por excelencia, el amor que se respira en ella no es de este mundo. Personajes atormentados, paisajes tétricos, apariciones, crueldad desmedida…, confieren a esta historia un clima de pesadilla que difícilmente podemos encontrar en la literatura.
Virginia Woolf: “Con un par de pinceladas Emily Brontë podía conseguir retratar el espíritu de una cara de modo que no precisara cuerpo; al hablar del páramo conseguía hacer que el viento soplara y el trueno rugiera”.

Esta lectura nos ha hecho sufrir a todos, se ha hablado mucho de esta historia pero lo cierto es que no se puede explicar con palabras, no se puede contar, hay que leerla, sentirla, identificarse con los personajes e intentar ponerse en su lugar. Una historia de amor que gira entorno a Catherine y Heathcliff, ella le ama pero quiere algo más..., él necesita venganza... Amor obsesivo, enfermizo que se convierte en muerte y locura.





Ángeles Caso nos guio en la elección de la lectura de este mes, pues comentamos que la escritora había publicado Todo ese fuego, la historia de la vida de las hermanas Bronte, que vivieron en una época que no las comprendía, donde la mujer no tenía cabida intelectual. Charlotte y Emily alcanzaron fama mundial con sus obras Jane Eyre y Cumbres borrascosas, menos conocida aunque también brillante es Annes Grey, de Anne.

Míranos en cambio a nosotras, pobres mujeres, obligadas a escribir a escondidas, a publicar bajo seudónimos, a ocultar "todo ese fuego" dentro de nosotras, disimulando como si fuéramos ladrones el anhelo y la furia. Míranos planchando, cocinando, cosiendo, barriendo los suelos, tratando de robarle minutos, segundos a la vida que pasa deprisa para poder escarbar ahí dentro, en las brasas que arden en nuestras cabezas.

Ángeles Caso nos habla de novela en este enlace.


jueves, 10 de diciembre de 2015

"Hombres sin mujeres", Haruki Murakami






Haruki Murakami ofrece a los lectores siete relatos en torno al aislamiento y la soledad que preceden o siguen a la relación amorosa: hombres que han perdido a una mujer, o cuya relación ha estado marcada por el desencuentro, asisten inermes al regreso de los fantasmas del pasado, viven el enamoramiento como una enfermedad letal, son incapaces de establecer una comunicación plena con la pareja, o ven extrañamente interrumpida su historia de amor. Otros experimentan atormentados amores no correspondidos o, incluso, como en el relato protagonizado por una metamorfosis kafkiana, desconocen todavía los mecanismos del afecto y del sexo. Sin embargo, las verdaderas protagonistas de estos relatos —llenos de guiños a los Beatles, el jazz, Kafka, Las mil y una noches o, en el caso del título, Hemingway—, son ellas, las mujeres, que, misteriosas, irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas. (Planeta de libros).

Enlace a la crítica sobre este libro en El libro de la semana: Murakami y los botones mal abrochados. Babelia.

En el club solo hemos leído "Kino". Un breve relato que aúna los mejores elementos de la narrativa de Murakami. Una narración perfecta y absorbente, llena de símbolos, elementos mágicos, mujeres misteriosas y un final que no deja indiferente a nadie.



jueves, 26 de noviembre de 2015

Comentamos "Nada se opone a la noche", de Delphine de Vigan






Después de encontrar a su madre muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una sagaz detective dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica del abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en súper ocho o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos son los materiales de los que se nutre la memoria. Nos hallamos ante una espléndida y sobrecogedora crónica familiar, pero también ante una reflexión sobre la «verdad» de la escritura, porque son muchas las versiones de una misma historia y narrar implica elegir una de esas versiones y una manera de contarla. Y esta elección a veces es dolorosa, porque en el viaje de la cronista al pasado de su familia irán aflorando los secretos más oscuros. (Anagrama).



Una novela muy dura y difícil de leer, desgarradora, sincera, valiente, maravillosa. A todos nos gustó mucho, nos enganchó la historia de Lucile y de su familia, de sus hijas, especialmente de Delphine, la autora del libro. Una lectura que deja huella y que nunca olvidaremos.

La Kriticona tiene una hermosa reseña sobre él, podéis leerla en este enlace.

Lo recomendaríamos sin dudarlo, aunque hay que advertir que es una novela muy dura y que no se debe leer en momentos bajos, pues cuando lo terminas te deja sumido en una profunda tristeza.